Isabel contra Emilio

20 de noviembre de 2015

Durante varias semanas, Isabel Miranda de Wallace y otros comentaristas atacaron a Emilio Álvarez Icaza. Aparto las inquinas personales tras la embestida para reflexionar acerca de lo que pasa en el ámbito de los derechos humanos, el baluarte de civilidad por excelencia.

Todo inició con una entrevista publicada en Proceso el 19 de septiembre. Poco antes de la llegada a México de los consejeros de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), José Gil entrevistó a su secretario ejecutivo. En esa ocasión, Álvarez Icaza sembró dos tesis: México padece una “crisis de derechos humanos” y las “instituciones han estado muy por debajo del desafío”.

Sus palabras despertaron críticas iracundas. Carlos Alazraki lo calificó de tipo “nefasto y amargado”; Ricardo Alemán de mentiroso, e Isabel Miranda de Wallace de corrupto. Me centro en ella porque en su trayectoria ha recibido censuras y reconocimientos (en 2010, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, CNDH, le otorgó el Premio Nacional de Derechos Humanos).

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